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| el arte como un mundo de juegos |
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Críticas Nacionales
| Cándido Gerón |
| Historiador del arte dominicano |
Entramado de un subrealismo maritimo
Reyes Ocre es un artista emblemático por que se plantea un estilo muy personal la gracia de su arte configura un surrealismo simbólico referencial, si tomamos al pie de la letra la magia poética de sus figuras y sus coloridos que justifican la naturaleza de el mar y sus misterios.
Con ello, estos enfoques tienden a unificar los criterios científicos y poéticos de aquellos investigadores que se preocupen por saber que hay mas allá de la hipótesis y experimentos marítimos. Se trata, sin duda, de un estado particular d el espíritu que nos brinda la oportunidad de apreciar un mudo interior, por que de eso se trata, el mar, es el signo de una creatividad integral, única, por así decirlo, por el espectáculo de su belleza.
El mar le revela a este artista todos sus secretos y el los plasma en sus obras con una imaginación estupenda, la que nos emocionan por su importancia temática y su círculo mágico. A al decodificar los secretos y misterios del mar, Reyes Ocre sublimiza favorablemente las metáforas del color y, por igual, la simbología estética.
La historicidad que se plantea el artista se fundamenta en la sustancia psíquica que proyecta emocionalmente, logrando con ello una supratemporalidad que, desde el punto de vista de la dialéctica de lo inconsciente y de lo concreto, aporta al desarrollo de la pintura dominicana una revitalización entendible, en cierto modo, por la temática inquietante que encierra la composición, el tejido de los símbolos, las formas y los colores.
La memoria, la mitología, lo fantástico y lo maravilloso se yuxtaponen para crear una síntesis simbólica de un surrealismo al estilo de ‘‘Reyes Ocre’’ pues solo él es capaz de provocar una emoción estética tan especial, elemento que conduce en la práctica a una inventiva plástica estratégica.
El artista afina esta idea al desarrollar la línea principal del desarrollo de su arte, rico en imaginación, en estímulos y significados estéticos. El surrealismo marítimo de OCRE lo podemos interpretar de mil modos, por que va de lo imaginario a la realidad y de los sueños al inconsciente, llamando la atención sus emblemáticos procedimientos temáticos y artísticos, donde sobresalen los valores de la expresión según los símbolos oníricos y los desenfrenados atisbos de su imaginación. De este modo, el artista descubre en si mismo algunos elementos científicos sin proponerse ser un cientista o explorar mundos desconocidos. Lo cierto es que, independientemente de esta recepción, su arte se consolida cada vez más por la suma de significaciones emocionales diferentes.
Cándido Gerón
Historiador del arte dominicano
| Por Juan B. Nina |
| Escritor |
Reyes Ocre es un pintor y dibujante que se ha desarrollado en el recorrido de sus largos viajes por el viejo mundo, conociendo así varias ciudades de Italia y otros paises de Europa, pero la pasión de este artista por las artes plásticas y la aplicación cuidadosa de su técnica lo han hecho realmente un verdadero hacedor de el oficio pictórico.
Su experiencia estética nos remite a los maestros contemporáneos dominicanos Ivan Tovar, y José Felix Moya, recreándonos con la enorme fuerza gráficas de sus imágenes en conflicto permanebte.
Este artista funda un lenguaje visual de vanguardia lleno de sugerencias, evocando la tradición hostórica y el presente atravéz de la forma del mito y los colores, frecuentemente desarrollando un medio ambiente en conflicto, como visión de lucha entre los opuestos.
Esta magia visual vista desde la perspectiva social y de gran sentido decorativo es inspirada en la tradición surrealizante, adquiriendo protagonismo por su estructura compositiva, delicada y de múltiples enfoques. Llama la atención en algunas de sus pinturas las escenas de los personajes y simbolos naturales que nos habitan y que aveces son testimonios desgarradores que buscan concienciar a los espectadores.
Las obras de Junior Reyes Ocre permanecen en movimiento, revelando impulsos interiores dentro de la estética moderna del surrealismo.
Reyes Ocre explora el mundo marino
“Reyes Ocre considera que formamos parte de un todo, de ahí que en sus fondos marinos estemos nosotros y los animales, las plantas y los cuatro elementos. Constatamos la presencia de peces de gran atractivo, esbeltos, bellos, estilizados, que son como espíritus. Rojos como el fuego abrasador, azules como la elegancia de la existencia divina y marina, ocres, símbolo de la inteligencia, amarillos; la sutilidad del pensamiento, multicolores como la libertad”, Iván Lluis Montané, miembro del AICA, Asociación Internacional de Críticos de Arte
SANTO DOMINGO.- La obra actual de Reyes Ocre, onírico, metafórica y premonitoria, se concentra medularmente en replantear de manera visual su experiencia inicial como buceador de la mar océanea, al traspolar a sus lienzos sus visiones a los códigos visuales de su escaparate imaginario, con los que construye mensajes esperanzadores de supervivencia a través de concienciar a los espectadores de la protección de nuestro diezmado ecosistema al que a gritos él llama a defender ante el peligro de extinción.
Su poético lenguaje pictórico lo recrea con el simbólico elemento acuífero, origen primigenio de los seres vivos, vegetal, animal y humano, elementos nodales que le sirven de motivación para contarnos sus historias, sus reflexiones ontológicas, para filosofar sobre el presente y futuro de la humanidad, además de tomarlos de pretexto para reconstruirlas con nuevas formas, formulando un “bestiario marino y tropical”, que resalta con los colores cálidos y fríos, en cadenciosa degradación cargada de sutilezas, en su exitoso neosurrealismo, acuoso y antillano.
Salmones, larvas, tendones, peces alados, caballitos de mar, tiburones, ballenas, velas de barcos, redes, légamos, cieno, esperma, el desove de los peces multicolores, mantarayas, vasijas, perlas, delfines, aves acuáticas, langostas, manatíes, sagos, tilapias, cavernas, y demonios marinos, son elementos nodales que forman parte de su equipaje expresivo, que juntos o separados forman parte de la evolución de las especies y de la imprescindible supervivencia de la cadena alimenticia.
En el aspecto puramente formal, sus composiciones presentan buena disposición de sus personajes y elementos bien resueltos en armoniosa comunión de la exploración de la mar océanea, que se nos presenta plétorica, enriquecida de sueños de planteamientos precisos del grito conservacionista de la tercera parte del planeta azul, el que a pesar de ese dato sobrecogedor, permanecen sus profundidades en el cruel anonimato del conocimiento de raras especies que viven en esas aguas oscuras pudiendo vivir, algunas de ellas, para resolver algunas de las enfermedades terribles de las que sufrimos los humanos.
Como un moderno capitán Nemo, el mítico conductor del “Nautilus”, personaje central creado por Julio Verne en su premonitorio libro “20,000 leguas de viaje submarino”, escrito en 1869, Ocre Reyes, explora el 15 por ciento de las profundidades marinas conocidas, y de ese insondable azul, parte para mostrar su parafernalia formal y colorística y nos desvela el hálito misterioso que lo envuelve.
Así, en su trajinar creativo, lo formal lo supedita al dictamen de sus recursos técnicos: veladuras, transparencia, craquelado, esponjado, manchas, volutas, la repetición de motivos florales, uso de plantillas para reforzar aspectos, degradación colorística y otros aspectos que definen su género.
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